domingo, 26 de julio de 2009

¿QUÉ LE PASA A ASTURIAS...?

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto". (Georg C. Lichtemberg)

Estamos asistiendo, desde hace tiempo, en Asturias, a verdaderos despropósitos políticos y sociales. Van, desde los desatinos del impresentable gobierno autonómico, hasta las manifestaciones vertidas por el actual delegado del Gobierno y ex presidente (por rebote) del Principado, Sr. Trevín, sobre el posible regreso a la política activa de Álvarez Cascos.

Sin embargo nadie debería extrañarse pues todo ello forma parte de la normalidad de Asturias, al menos en los últimos veinte o treinta años. ¿Cuántos años de meadas y de bofetadas en el rostro le hacen falta a un pueblo para que reaccione? Pues no lo sé. Antes no muchos, pero ahora parecen necesarios muchísimos. La ciudadanía se apesebra. Se ha vuelto pasota, manipulable y resignada. Todo ello es fruto de un buen trabajo llevado a cabo por los gobiernos socialistas, autonómicos y centrales. No hablo de un trabajo de gobierno dirigido al bienestar del pueblo, sino a un trabajo de maleabilidad bien programado y con resultados estupendos.

Un gobierno como el que actualmente soportamos, necesita una sociedad así: Una sociedad callada, permisiva, a la que se pueda engañar y manipular al antojo sin que se haga notar en la calle. Sin capacidad de reacción. Inútil, en definitiva.

¡Asturias quiere AVE! Ya, pero, eso ¿quién lo dice? Los que estamos por Facebook y por algún otro foro, tenemos planteado un debate interesantísimo en este sentido pero ¿quien más? ¿Existe alguna defensa desde los medios que, de una forma más directa e importante, inciden y crean a diario opinión entre la ciudadanía? ¿Existe una postura clara y valiente entre la oposición política?

Nada de nada. No existe contestación en la calle. No existe ninguna inquietud política entre los colectivos influyentes. No hay ningún sentido de la realidad que se vive. La sociedad está ciega. Asturias se rezaga a los últimos puestos entre las regiones españolas. Se quedará sin AVE, pero se convertirá en el basurero nacional.
Trevín nos promete un AVE de "champions" pero ¿quien puede ya creerle a estas alturas? ¿Quien puede fiarse del presidente Areces y su Gobierno? ¡Son muchos años de timos y de inoperancia!

Pero aquí nos callamos como se calla el gobierno autonómico ante el central. Aquí besamos zapatos y sorbemos babas. Hemos aprendido la sumisión. La sumisión que nos está llevando a la ruina y a ser los “tontolabas” del roscón de Reyes.

Todo esto, el Gobierno lo sabe, es consciente de ello y es lo que le permite seguir cometiendo despropósitos y despreocuparse de Asturias, a la vez que fortalece sus posturas particulares y personales a costa de todos.

Por ello, aún no considerando baldíos los debates y la lucha de determinados círculos muy concretos y escasos, sobre el desarrollo de nuestra región, sí soy pesimista ante los resultados.
Esto no puede ser labor de cuatro. Esto tiene que ser labor de Asturias unida. Pero, claro, para ello no hay que fijarse en colores políticos. Para ello sólo hay que mirar para Asturias, plantarle cara a quien haya que plantársela y leer un poco más a Jovellanos.

Hoy por hoy, Asturias es menos Asturias. A Asturias se la miente y no reacciona. Se la menosprecia en el contexto nacional y se calla vergonzosamente. Se le limita, o se le para su desarrollo y se resigna. Definitivamente, somos menos Asturias.