Tenemos un slogan que miente a más no poder. Asturias ya no tiene nada de paraíso natural. Dios, perdón, quien sea, la dotó de una belleza más que extraordinaria. De una gente fuerte, noble y luchadora. ¿Qué queda ya de ese privilegiado rincón de España que otras muchas comunidades envidiaban?.
No queda nada de lo que había. A causa de la contaminación mundial y por lo tanto del cambio climático, ya no hay nieve en sus cumbres. Sus verdes valles se han teñido de ese color negruzco que nos anuncia el exceso de empresas contaminantes por toda su geografía. La arena escapa de sus playas y los peces de su mar y sus ríos porque hasta ellos llega la contaminación. Querían vivir en sus aguas pero se niegan a morir en ellas.
La gente escapa en cuanto puede de esos típicos y tradicionales pueblos mineros porque ya no quedan minas que explotar ni razón para continuar en ellos.
Pueblos fantasma dentro de poco que cuando tengamos que pasar por ellos hacia otro destino, nos harán recordar lo que un día fue Asturias y en lo que se ha convertido.
Y qué decir de esa gente fuerte, noble y luchadora. ¿Qué queda de ella?. Nada. Solo la sombra de lo que fueron y la realidad de en qué la han convertido.
La sanidad bajo mínimos. Las escuelas con recortes presupuestarios. Los índices de paro de los más altos del estado. Los sueldos tercermundistas. La arrogancia y el lucro de sus políticos, desmesurado. La gente muere por los altos índices de cáncer producto de la contaminación. La corrupción urbanística impide que puedan acceder a una vivienda. El índice de natalidad el más bajo del mundo porque ¿quién es el valiente que trae un hijo al mundo con semejante panorama?.
Con sus ideales encorsetados. Su fama de trabajadores en una tierra que no hay trabajo, acaba con esa fama. La otrora nobleza de sus gentes la han convertido en rabia y desesperación. Y la lucha que siempre mantuvieron por sus derechos, encarcelada si alguien alza la voz.
Han convertido a sus gentes en lacayos de su avaricia y ansias de poder. Les han arrebatado su dignidad de personas. Ya no son capaces de reaccionar ante el próximo latigazo. Es más, se arrodillan para que el amo no tenga que hacer demasiado esfuerzo cuando se los de.
Ya nadie envidia a Asturias. Más bien la miran con una profunda tristeza y pena.
Pero si alguien piensa que después de tanta tortura y destrucción como han sufrido, por fin ha llegado el final de ambas.... no, no ha llegado. Ayer nos anunciaron la puntilla que culminará toda esta barbarie: La costa y centro de Asturias se convertirá en vertedero de CO2 (dióxido de carbono). La mierda de toda la península concentrada en pocos kilómetros cuadrados.
Ojalá este sea el último desastre anunciado para Asturias porque, Asturias ¡ya no puede más!. Pero mucho me temo que aún nos falta mucho por ver y, sufrir.
Y si alguien de fuera de esta comunidad lee este blog y ahora se está preguntando quién ha destruido de esta manera a este pueblo y a su gente, decirles que el socialismo rancio y retorcido que tenemos aquí. Unos políticos cuyo afán destructivo y enriquecimiento desmesurado, no han tenido la más mínima vergüenza a la hora de hacer lo que han hecho con todo un pueblo y su geografía.
El verdadero cáncer de Asturias ha sido y sigue siendo el socialismo.
O el pueblo asturiano reacciona ahora, o mañana será demasiado tarde... si es que ya no lo es.
Reacciona Asturias. Si no lo haces por tí, hazlo al menos por tus hijos.