sábado, 13 de junio de 2009

ES MARAVILLOSO

Es maravilloso, Señor:
Mis brazos perfectos,
cuando hay tantos mutilados;
mis ojos perfectos,
cuando tantos no tienen luz;
mi voz que canta,
cuando otros enmudecen;
mis manos que trabajan,
cuando otros mendigan.

Es maravilloso
regresar a casa,
cuando otros no tienen
donde regresar;
es bueno sonreír,
amar, soñar y vivir,
cuando hay tantos
que lloran, odian,
se revuelven en pesadillas
y mueren antes de vivir.

Es maravilloso
tener a Dios para creer,
cuando hay tantos que ni siquiera
poseen el consuelo de una fe.

Es maravilloso
sobre todo, Señor,
tener poco que pedir
y tanto que agradecer.

La vida acarrea tristezas,
disgustos y decepciones,
pero arrancar una sonrisa
a unos labios sin esperanza,
aunque sólo sea una vez,
hace que merezca la pena
vivirla.